El beato Ramón Llull (1232-1316) nacido en Mallorca, casado y con hijos, puede considerarse como un insigne adelantado del gran florecimiento de la mística cristiana, que posteriormente se manifestaría en tierras hispánicas. Su vida y su actividad están marcadas por una profunda experiencia de unión con Dios y un gran anhelo de evangelización mediante el método del razonamiento y del diálogo, principalmente con el Islam. Filósofo, teólogo, místico y poeta -escribió más de 250 obras- Llull es un genio autodidacta e indudable forjador del catalán literario. Con razón Jacinto Verdaguer, al referirse a nuestro autor, pudo escribir: "Aparte de los libros sagrados, no recuerdo haber leído poesía mística más elevada y que penetrara en mi alma con una fuerza tan sorprendente y luminosa".