P. Spidlík, usted ha escrito muchos libros y artículos en su vida, pero nunca ha dedicado uno solamente a la Virgen, ¿cómo es posible? A los pocos meses me hacía llegar el libro que tienes, lector, en tus manos y que traduje enseguida con sumo gusto. Soy muy feliz de haber «arrancado» a este hombre de Dios la joya mariana que ahora te dispones a leer De la presentación de Pablo Cervera Mucho se ha escrito sobre la Virgen a lo largo de la historia, aunque la mayor parte de los cristianos la conocen por las devociones y oraciones que se dirigen a ella. La vida de María solo ocupa unas pocas líneas en el Evangelio, pero llenas de significado interior: fundada teológicamente, es el tejido de la fe de la Iglesia y se corresponde con las principales líneas del dogma y de la espiritualidad. Cuando la Iglesia venera la humanidad de Cristo, ve esa humanidad en María, de quien la recibió. Ella representa a todo el género humano, es la imagen del hombre perfectamente redimido por Cristo. Quien quiera conocer cuál es el efecto de la redención, que mire a María, la llena de gracia. Para este librito hemos escogido el siguiente método: resumir la enseñanza eclesial sobre María proponiéndola como meditación de las tres oraciones principales: el Avemaría, el Magníficat y la Salve Regina.