El volumen total de esta obra está compuesto en una tercera parte por el comentario a la epístola a los Romanos. El dedicado a las dos epístolas a los Corintios constituye el segundo tercio, mientras que el último abarca el resto del epistolario, excluida la dirigida a los hebreos. Se ensalza mucho la figura del Apóstol de las gentes, fiel a Jesucristo en épocas de cismas y herejías. Esta traducción, primera en castellano, pretende ser una aportación al conocimiento, aún precario, de una obra que constituye una notable aportación al conocimiento de la doctrina de san Pablo.