Este volumen contiene tres escritos de Tertuliano, cada uno de un género diferente. El tratado La paciencia responde a las necesidades de un tiempo de persecución y de mártires; prolonga, con su concepción y estilo, una tradición de la literatura parenética y filosófica del mundo pagano (con Séneca a la cabeza) y abre a la vez un camino nuevo en el campo de la moral y la teología de la Iglesia, que luego seguirán, en aquella misma África proconsular, tanto san Cipriano como san Agustín. Con el opúsculo El testimonio del alma, Tertuliano se pasa al campo de la apologética, en que ya habían trabajado los cristianos de lengua griega, pero él aporta la novedad del punto de partida: la existencia de Dios se prueba a partir de los communes sensus (las prolêpseis de cuño estoico): unos conceptos espontáneos y naturales del alma, independientes de la experiencia. Lo mismo se hace con otras enseñanzas cristianas: la existencia de los demonios y la pervivencia del alma más allá de la muerte. Con la carta A los mártires, nuestro autor deja de ser un pensador distante y se acerca, como hermano en la fe, a unos cristianos que están penando en la cárcel a la espera del juicio. La carta, al mismo tiempo que consuela y exhorta, describe las duras circunstancias de aquel lugar: es, pues, un documento para la historia. Todo esto será de interés tanto para el lector que busca conocimientos como para el que busca una estimulación espiritual.