¿Es posible el diálogo entre personas? O sea, ¿es posible escucharse, hablarse, reconocerse iguales respetando las diferencias? Antes de entrar en un diálogo cultural, político o interreligioso, ¿existen unas características humanas que capacitan para comunicar, expresarse y encontrarse con los demás? El autor responde a estas preguntas con un enfoque múltiple que aúna la reflexión filosófica, teológica, antropológica y cultural. Propone un itinerario ascético marcado por el éxodo del yo hacia el tú, mediante una dinámica del silencio-escucha como capacidad de encuentro con uno mismo y esfuerzo por reconocer y acoger al otro. El diálogo no comienza con un acto del habla, sino, paradójicamente, con un acto de la escucha. Quien no ha aprendido a escuchar no es capaz de dialogar. En los cinco capítulos del libro el autor nos guía hasta el núcleo de la «cuestión antropológica», ayudándonos a descubrir cinco grandes temas: el silencio, el diálogo, la relación, la interioridad y la comunidad, pilares de la vivencia personal e interpersonal, elementos distintivos para plantear las relaciones humanas y el encuentro con los demás.