Algunas organizaciones y comunidades –conocidas como organizaciones motivadas por ideales (omi)– nacen de personas portadoras de carismas, dones que elevan la calidad espiritual y moral del mundo. En las comunidades y movimientos carismáticos, las motivaciones de las personas son decisivas, y toda su vida organizativa depende de cómo cambian, evolucionan o se deterioran estas motivaciones, en particular de sus fundadores y responsables. Este ensayo es un primer análisis –incipiente pero profundo y honesto– de los típicos problemas organizativos que pueden poner en peligro las entidades carismáticas, con el deseo de ayudar a reconocer los primeros signos sutiles de decadencia para actuar cuando el proceso aún es reversible. Una comunidad o un movimiento carismático está vivo mientras pone a sus seguidores en las condiciones de embellecer, remodelar y reformar el edificio: de ejercer lo que el economista Schumpeter llamaba "destrucción creadora". Los movimientos carismáticos que perduran son los que cultivan la biodiversidad en su seno, mientras que las entidades monolíticas y compactas tienen una vida breve