Se ha dicho con razón que Orígenes, nacido a finales del siglo II y muerto después del 253, parece el hombre más trágico de todos los estudiosos cristianos y quizá de toda la historia de la Iglesia. Ciertamente es trágico en el sentido original del término, puesto que alude a una persona cuya grandeza, como es el caso por su inmensa sabiduría, ha sido a la vez la causa de su misma desgracia. Las páginas de los dos volúmenes que ahora se publican, su Comentario al Evangelio de san Juan, manifiestan con abundancia la gran cultura de su autor. Uno de los objetivos más importantes de esta obra fue proporcionar a aquellos cristianos que se planteaban problemas de orden intelectual, una exégesis diferente a la de los grupos gnósticos. La exégesis que Orígenes realiza de algunos capítulos del Evangelio de Juan es muy minuciosa. Esto puede advertirse especialmente en lo que se refiere al Prólogo de Juan, debido a que en este texto se tratan las cuestiones fundamentales que lo separaban tanto de Heracleón como del gnosticismo herético en general. La traducción castellana de esta obra maestra, que ahora se ofrece por primera vez, trasluce a un autor enteramente cristiano que tuvo en muchos aspectos una perspectiva diferente, pero no por eso equivocada, del advenimiento de Cristo a la historia de la humanidad. El lector podrá contemplar en estas páginas las características únicas y distintivas de Orígenes respecto a otros autores que se encuentran en su misma tradición.