Este volumen recoge las catequesis de Francisco sobre los mandamientos, predicadas en la segunda mitad de 2018, y las de las bienaventuranzas, en los primeros meses de 2020. Los diez mandamientos forman parte de la alianza de Dios con su pueblo, un Padre que cuida de sus hijos, que primero los libera en el Mar Rojo y luego les muestra el camino hacia la salvación. «Al contemplar la vida descrita por el Decálogo nos encontramos casi sin darnos cuenta ante Cristo», dice el papa. Así entendemos lo que significa que Jesús no vino a abolir la ley sino a darle cumplimiento. La ley se convierte en vida, en la carne misma de Cristo, que nos ama, nos busca, nos perdona, nos consuela y recompone en su Cuerpo la comunión con el Padre. La expresión negativa de los mandamientos –«no robarás», «no matarás»– se transforma en un comportamiento positivo: amar, hacer sitio a los demás en mi corazón. Y esta es la plenitud de la ley que Jesús vino a traer. Las bienaventuranzas abren el «sermón de la montaña»: Jesús enseña a las multitudes una nueva ley: pobreza, mansedumbre, misericordia… Es el «carné de identidad» del cristiano.