¿Qué ocurre si, como sucede a menudo con el ágape más que con ninguna otra expresión humana, una acción agápica se vuelve contagiosa, produce una contaminación constructiva, en definitiva provoca un efecto similar de retorno? Se abre aquí un abismo de posibilidades inmensas. Porque lo que sucede en este caso no es la suma de variadas iniciativas agápicas; bien al contrario, surge ante nuestros ojos una realidad social "nueva" que las contiene todas, pero cuyo efecto es "otro", "superior", normalmente mucho más amplio, eficaz, duradero, multiplicador.