¿Cómo salir de la pandemia renovados y reconfigurados como Iglesia, de modo que responda mejor a ese «cambio de época» que ya estaba en marcha pero que ahora nos invade aceleradamente? «La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad –dice el papa Francisco– y deja al descubierto esas seguridades falsas y superfluas con las que habíamos establecido nuestras agendas, proyectos, rutinas y prioridades. Habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad. «Este tiempo nos pide encontrar nuevas formas de hacernos prójimos –concluye Tíscar Espigares–. Con inteligencia y creatividad podemos descubrir quién es nuestro prójimo hoy, en especial los más débiles… Debemos salir mejores de esta prueba, más conscientes del tesoro de relaciones y de «redes» que tanto necesitamos… Con la fuerza del Evangelio y la cercanía a los que sufren atravesaremos esta y cualquiera de las pandemias que puedan venir en el futuro».