La historia de Occidente está marcada a lo largo de los siglos por corrientes espirituales capaces de generar ideas e instituciones innovadoras que forjaron profundos cambios políticos, económicos y sociales. Empezando por el Císter y siguiendo con las órdenes mendicantes y los grandes santos -Clara de Asís, Catalina de Siena, Juan Bautista de La Salle, Don Bosco, Carlos de Foucauld, Teresa de Lisieux-, la autora recorre la obra de figuras carismáticas y movimientos religiosos que han influido en el ethos, la sociedad y la cultura europeas. El trabajo concluye con el fenómeno de los movimientos eclesiales y el desafío de la espiritualidad de comunión, que los carismas antiguos y modernos están llamados a recoger para ofrecer una respuesta profética a la Europa y a la humanidad de hoy.