La seta, con su lengua venenosa, sólo veía los defectos de los demás. No se curará hasta que no haga el esfuerzo de mirarlos con buena cara.
La seta, con su lengua venenosa, sólo veía los defectos de los demás. No se curará hasta que no haga el esfuerzo de mirarlos con buena cara.