La acusaron de ser una histérica y una fantaseadora. Durante mucho tiempo nadie creyó que Dios hubiera elegido a esta sencilla mujer para ser la mensajera de la Divina Misericordia. Pasó por momentos de oscuridad, se sintió abandonada de Dios, totalmente sola. Vio a Jesús con sus ojos y habló con Él. Tú prepararás el mundo para mi última venida -le dijo. ¿Cómo podría hacerlo? Tuvo visiones místicas del infierno y de su propia canonización. La Iglesia tardó en valorar la importancia de su mensaje, pero finalmente se difundió por todo el mundo, tal y como el Señor quería. El culto a la Divina Misericordia fue particularmente querido por Juan Pablo II. Beatificó a Faustina en el año 1993, la canonizó en el 2000, instituyó una fi esta para la Iglesia universal en la que él mismo fue canonizado y consagró el mundo a la Misericordia Divina en el 2002. "¿Quién eres, Faustina? ¡Esta biografía es la respuesta! La autora estuvo buscándola durante varios años de incansable y emocionante trabajo. Transmitamos también nosotros el testimonio que santa Faustina dio de Jesús Misericordioso". Card. Franciszek Macharski. Santa Faustina Kowalska. Mensajera de la divina misericordia ganó el premio Feniks 2013 de la Asociación de Editores Católicos de Polonia.