Junto con Sabiduría, el libro de Ben Sira constituye el punto final de la tradición literaria del Antiguo Testamento. A pesar de su carácter deuterocanónico, ha dejado una profunda huella en la teología y la piedad tanto cristianas como judías. Los manuscritos hebreos de Ben Sira gozan ya de una añeja y sólida historia, aunque esta empezó relativamente hace poco tiempo, a finales del siglo XIX. Hasta esas fechas, el estudioso de la Biblia solo contaba con el testimonio de las versiones antiguas. Sin embargo, existían noticias y sospechas de un original hebreo, como se deduce del prólogo del libro y de las citas de algunas obras rabínicas. La obra de Ben Sira sorprende y atrae por su equilibrada sensatez y la perspicacia de su autor, sus dotes de analista de las relaciones sociales, su capacidad de penetración en los entresijos del alma humana y, sobre todo, su profundo espíritu religioso. Sus momentáneos arranques nacionalistas y su dureza al censurar determinados tipos de conducta humana no empañan del todo el conjunto de su propuesta educativa, que va dirigida al ser humano, en sus dimensiones individual y social.