La Anábasis de Jenofonte narra la marcha de diez mil soldados griegos a través de la zona oeste del Imperio persa, soldados que habían sido contratados como mercenarios por Ciro el Joven para enfrentarse a su hermano Artajerjes II con el objetivo de alcanzar el trono de Persia. Ciro fue derrotado en la batalla de Cunaxa, cerca de Babilonia, en el verano del año 401 a. C., por lo que, sin su apoyo, los griegos tuvieron lógicamente que regresar a Grecia. Al haber sido capturados y ejecutados sus generales, los griegos debieron elegir nuevos líderes que los dirigieran en el camino de vuelta, y Jenofonte apareció como el sucesor ideal para guiarlos, a través de terrenos difíciles y pueblos hostiles con escasez de alimentos, hasta alcanzar la costa noroeste de Asia Menor.