«Este libro está dirigido de modo específico a mis hermanos en la fe cristiana. Las páginas siguientes no tratan de exponer una teología islámica en paralelo a una teología cristiana, a fin de comparar, valorar, desvalorizar o hallar elementos para una yuxtaposición o un precario anclaje. He intentado, en la medida en que me lo permita Dios, hacer una reflexión cristiana sobre el islam vertebrada por el amor infinito que Dios tiene a cada una de las personas que le confiesan desde esta religión, por la pasión de ese amor, por la ternura. En el intento me pongo en manos de Él, pidiendo luz a su Espíritu en la confianza de que mis propias y abismales ignorancias sobre el asunto pueden ser, en sus manos, instrumento de esa luz, instrumento de una providencia amorosa en favor de todos… Nuestra reflexión, que escudriña la acción de la gracia en el islam, que afirma sin rubor la presencia de santos entre los que se confiesan musulmanes, que habla de verdadero misterio en el origen de esta religión y en nuestra relación con ella, no sólo no minusvalora el Señorío de Jesucristo, sino que remite todo este dinamismo sobrenatural a este Señorío» (de la Introducción)