Diversos marcos estratégicos, nacionales y europeos, proponen que, en el contexto laboral posterior a la pandemia, la mejora de la salud y la seguridad estará marcada, en los próximos años, por las transiciones ecológica y digital, los desafíos económicos y demográficos y la evolución de la noción del entorno de trabajo tradicional. El cambio que se está produciendo en los patrones de trabajo en la actualidad requiere que los planes de prevención, identificación y evaluación de los riesgos laborales, orientados a la construcción de una sociedad resiliente, atiendan los problemas tradicionales junto a otras nuevas necesidades que van surgiendo en los grupos y los equipos a los que van dirigidos. Con este objetivo, la Guía de Buenas Prácticas para la gestión preventiva desde la perspectiva de género trata de identificar las diferencias entre mujeres y hombres con relación a los riesgos laborales, el bienestar y la salud en el trabajo, para visibilizar dichas diferencias e intervenir proponiendo acciones de mejora cuando estas diferencias se convierten en desigualdades. Para apoyar la integración de la perspectiva de género y la gestión de la diversidad en los planes de prevención de riesgos laborales, esta obra ofrece una guía (Guía DIGEN) a modo de lista de comprobación (checklist), que permite a la propia empresa o institución el autodiagnóstico de la integración de la perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales, así como monitorizar el seguimiento de los objetivos de igualdad a lo largo del período de implementación. La Guía DIGEN abarca los ámbitos previamente identificados y definidos en la obra: salud física y seguridad laboral, bienestar psicológico y salud mental; retorno al trabajo; violencia y acoso; conciliación trabajo-vida personal; teletrabajo; segregación vertical y horizontal, diversidad e interseccionalidad, y liderazgo inclusivo, además, de las dos dimensiones de representación de género y contenido sensible al género, (cont.)