Allá por el siglo III a.C., Epicuro creyó haber encontrado la receta de la felicidad y trató de vivir en consecuencia. Se tienen noticias de que fundó varias comunidades en las que se buscaba emular la vida feliz transmitida por este maestro. Muchísimo se ha perdido de lo que escribió Epicuro. Con todo, ha llegado hasta nosotros una carta que envió a un amigo y discípulo, en la que le resumía los principales «elementos de la vida dichosa». Se trata de la más escueta y completa exposición de una filosofía de vida feliz que ha sobrevivido desde la Antigüedad.
La presente edición ofrece, junto al original griego, una traducción literal interlineal y una traducción libre; la completan una introducción sobre su contexto, así como dos amplios comentarios, uno filosófico y otro lingüístico.