En esta obra se explora el asombro que nace de la belleza de la liturgia cristiana, proponiendo una renovación pastoral basada en la iniciación cristiana para revitalizar la fe en el mundo contemporáneo. Su autor, el sacerdote italiano D. Ezechiele Pasotti, examina cómo el Concilio Vaticano II buscó superar las limitaciones del Concilio de Trento al restaurar la participación plena y activa de toda la comunidad cristiana en la liturgia, enfatizando la centralidad del Cuerpo de Cristo y la riqueza de la Palabra de Dios.
A través de un análisis histórico y teológico, el escrito destaca la importancia de la eucaristía como banquete escatológico, una victoria sobre la muerte que debe ser redescubierta para sanar el «vacío» de la sociedad actual. En estas páginas se descubre que la belleza de Dios, revelada en Cristo, puede salvar al mundo, y que la misión de la Iglesia hoy no es otra que la de hacer visible esta belleza a través de comunidades cristianas maduras y misioneras.