Investigación innovadora sobre los orígenes, el desarrollo y la importancia permanente de la doctrina cristiana. Observando importantes paralelismos entre el desarrollo de las teorías científicas y la doctrina cristiana, McGrath considera el cristianismo primitivo como un «laboratorio teológico», en el que las formulaciones doctrinales aparecen como propuestas sometidas a prueba en todo el mundo cristiano, más que como relatos estáticos de ortodoxia.
La doctrina ofrece una revelación ontológica sobre la naturaleza de la realidad, proporciona un marco de coordinación de sus diversos aspectos y salvaguarda y articula la visión central de la realidad que es esencial para el buen funcionamiento y el futuro de las comunidades cristianas.