¿Quién soy yo que soy amado así, y a la vez, soy llamado a amar a otra persona? ¿Quién es la persona amada? Son las grandes preguntas que surgen en la experiencia amorosa y que solo en ella se pueden responder, porque es el amor quien nos revela quiénes somos y qué estamos llamados a ser. El amor es una revelación, que nos permite no solo conocer, sino sobre todo reconocer quién es la persona y su destino último.
Su intento fue alabado por Juan Pablo II, que recogió muchas de sus intuiciones en las famosas "Catequesis sobre el amor humano".