En las organizaciones motivadas por ideales, ya sean religiosas o laicas, hay un elemento crucial que es la relación entre los fundadores, los ideales y los miembros de la organización o comunidad. Dicha relación, identitaria y necesaria, oculta peligros que en muchos casos derivan en patologías en toda regla. Así sucede, por ejemplo, cuando la producción ideológica –que se desarrolla necesariamente en torno al ideal originario– llega a sofocarlo si no se tiene el valor de iniciar un doloroso proceso de separar la ideología del ideal. Enfermedades de este tipo pueden resultar muy graves, porque no suelen percibirse como patologías sino como algo saludable. El autor propone la autosubversión, entendida como capacidad individual y colectiva de criticar y desafiar las propias certezas del pasado para volver a ponerse en camino pobres y libres, como cura preventiva o antídoto para muchas de las patologías propias de las organi-zaciones motivadas por ideales.