Poner el belén significa que empieza la Navidad. Cada figura, desde el Niño Jesús hasta un pequeño pastorcillo, sin olvidar a un astronauta infiltrado, guarda un trocito de nuestra propia historia de la Navidad. Este cuento celebra la magia, el caos entrañable y el amor familiar que se esconde entre bueyes envueltos en papel de burbujas y estrellas de papel. Porque cada belén cuenta dos historias: la del Niño Jesús y la tuya, ¡que también merece ser contada!