¿Cuántas personas llevan el nombre de José? Incontables. ¿Cuántas congregaciones religiosas, hospitales, iglesias y movimientos llevan su nombre? Numerosísimos. El cariño a san José es inmenso. Es evidente. Pero ¿quién es este hombre, cantado e invocado como protector y guía? ¿Ha quedado en el baúl de los recuerdos piadosos del cristianismo y poco más? ¿O tiene algo decirnos hoy? Los datos sobre José hallados en las fuentes cristianas son escasos. Pero, a medida que se avanza en el estudio, va emergiendo con fuerza la figura de este hombre sin igual, cuyo paso por esta vida no fue precisamente para ocupar un puesto de brillo y esplendor, sino para echarse a un lado, dejando el protagonismo a aquellos a quienes Dios le había encomendado su cuidado, su amor, su protección, su vida entera: María y Jesús.