Una joya inédita del Premio Nobel Günter Grass en el décimo aniversario de su fallecimiento. La estatua, descubierta en un cajón polvoriento, ha causado «un pequeño revuelo literario». (Schwäbische)
«Entre los inmortales».
Salman Rushdie, The New Yorker
«Una escritura exquisita».
The New York Review of Books
Cuando le preguntaron con qué mujer de la historia del arte le gustaría cenar, Umberto Eco contestó sin dudar Uta de Naumburgo, considerada durante siglos la mujer más bella de la Edad Media y acusada de brujería durante su corta vida.
En una gira de lecturas por la antigua RDA a finales de los años ochenta, Grass ve la estatua de Uta por primera vez en la catedral de Naumburgo, hoy Patrimonio de la Unesco, y queda embobado por su belleza y realismo. Su figura, idealizada por el nazismo e inspiración para que Walt Disney creara la madrastra de Blancanieves, se caracteriza por un gesto único para el siglo XIII: con la mano derecha levanta el cuello de su preciosa túnica con un aire de misterio, casi como para ocultarse de alguien.
Grass recurre en este libro al tradicional recurso del convidado de piedra invitando a cenar en su jardín a la hija de un orfebre que hizo de modelo para la estatua. Sin embargo, en un atrevido salto en el tiempo, Uta sigue apareciéndose en más ciudades durante sus viajes, sorprendiendo al narrador enamorado, que la busca por todas partes, y convirtiendo sus siguientes giras en un verdadero desastre, hasta la caída del Muro y sus consecuencias.
La crítica ha dicho:
«Una prosa enternecedora, con la nostalgia del pasado en la boca, donde sale a relucir su esencia de prestidigitador y su debilidad por la belleza femenina. […] Un opúsculo en que mantiene su extraordinaria naturalidad en la escritura mezclada con esa capacidad de hacer fantástico lo real. Enamorarse de una piedra preciosa».
Francis Mármol, La Opinión de Málaga
«Nada mejor que la publicación de esta pequeña joya y deliciosa filigrana. […] Un grandísimo escritor».
Mercedes Monmany, ABC
«Maestro indiscutido de la fábula, el desborde narrativo y el despliegue de una sensorialidad casi jugosa [de La estatua] es una miniatura donde se rinde homenaje al papel: ese espacio donde, como se repite en varias ocasiones, todo es posible. […] No me queda otra que invitarles a perderse en este aparatoso y fascinante laberinto en miniatura que emite desde la muerte quien en vida fue un profeta de todos los excesos».
Gonzalo Torné, El Periódico
«Un pertimento sobre las conexiones profundas y secretas que puede provocarnos una obra de arte».
Marta Rebón, El Boomeran(g)
«Se lee como un pertimento sobre las conexiones profundas y secretas que puede provocarnos una obra de arte».
Marta Rebón, El Mundo - La Lectura
«Una escritura exquisita».
The New York Review of Books
«Todo un acontecimiento».
Frankfurter Rundschau
«Un pequeño revuelo literario».
Schwäbische
«Una obsesión literaria y personal, un amor hasta hoy sin confesar. […] Es sorprendente cómo tan pocas páginas puedan encerrar tanta seducción y deseo».
Claudia Consoli, Critica Letteraria
«Un hallazgo que causa sensación».
Mitteldeutsche Zeitung