Las verdades de la fe católica pueden encarnarse en la vida, y con hondura, cuando son serenamente meditadas. Como un maravilloso collar de perlas con incontables destellos, las verdades de la fe católica se ofrecen a la inteligencia del cristiano para ser creídas. Pero logran luego encarnarse en la vida, y con hondura, cuando son serenamente meditadas. Entre otras verdades, el autor desarrolla la realidad de un Dios que se dona, su unidad trinitaria, la paternidad de Dios y la filiación divina en el hombre, la Pasión y Resurrección de Cristo, qué sucederá al final de la historia del mundo, etc.