A veces, uno tiene que perderse para llegar a encontrar lo que en realidad es. Me he escondido tras un montón de bienes materiales olvidando que, al final, los sentimientos son los que te hacen ser rico de verdad. Esto que tenéis delante no es una novela como tal. Es una gran batalla. Es mi lucha. Es una pelea constante entre lo que todos deseamos ser y la búsqueda del camino que nos lleve hasta la felicidad plena. Bienvenidos a un lugar en el que el dinero y el amor son sinónimos de desastre y alegría. Solo os pido una cosa: si os dejo entrar, por favor, no rompáis nada...