La obra del Espíritu Santo en Jesús y en la Iglesia es una edición conjunta de la obra lucana, es decir, del Evangelio según Lucas, que es el primer volumen de la obra, y de los Hechos de los Apóstoles, que es el segundo. La edición conjunta de las dos partes de la obra es toda una invitación a ser leída en su intención original de mostrar la obra del Espíritu Santo que se manifestó en Jesús, el Mesías, Hijo de Dios, y la obra que fue continuada en la predicación de sus discípulos, con la formación de comunidades abiertas no solo a los judíos, sino también a todos.
La narración evangélica se presenta como el criterio para poder discernir con posterioridad la acción de los apóstoles y la formación de las distintas comunidades: no se trata de la iniciativa personal de determinados personajes, sino de la verdadera acción del Espíritu que lleva a plenitud la vivencia espiritual del pueblo de Israel.
Una introducción clara y concisa da las pautas de lectura de esta obra, que en la narración evangélica tiene como fuente principal el Evangelio según Marcos y marca distancias respecto a ciertas afirmaciones de las comunidades mateanas. La obra va dirigida a Teófilo, que es identificado con uno de los hijos de Anás y sumo sacerdote en los años 37-41. Es la respuesta a los grandes interrogantes que se le plantearon tras la destrucción de Jerusalén en el año 70. Un extenso vocabulario permite al lector entender las diversas expresiones del texto. Un libro que mira con ojos renovados una obra bimilenaria.