Estrigonia, norte del Reino de Hungría, 1782. En la rutina apacible que sólo el campo otorga, el granjero Bjon Landeweerd se consideraba feliz. Tenía a su perra, su caballo y sus ovejas, un amigo perseverante y una vecina atenta que lo acompañaban desde que se quedara viudo. Gracias a ellos había logrado mantener en calma su cuerpo y espíritu. Pero aquella paz se derrumbó un caluroso mediodía, cuando en mitad de una travesía de regreso a su granja, decidió pararse a refrescarse en la orilla del majestuoso Danubio. Algo que jamás debió haber hecho, porque lo que descubrió allí lo llevaría, sin saberlo, a una organización secreta de aristócratas húngaros empeñados en acabar con la vida del Emperador José II. Si lo hubiera sabido, habría huido, sin duda, pero se topó con la be lleza de un ángel caído en la orilla del inmenso río, que acogería en su granja como buen samaritano. Nadie le advirtió del oscuro torbellino de aquella joven que despierta sin memoria y cuyos recuerdos van desvelando el complicado pasado de aquel ángel perdido.