Como consecuencia de una fuerte inmigración, el islam ha pasado a formar parte del paisaje religioso y cultural de Europa. Esta situación constituye un reto tanto para una Europa marcada por el cristianismo como para el propio islam. Nadie puede por ello dejar de interesarse por lo que es el islam y las ideas filosóficas, antropológicas, políticas y jurídicas que a menudo chocan con los valores de libertad que tanto apreciamos en Occidente. No obstante, la progresión del islam es una gran oportunidad para profundizar en nuestra historia, en la importancia de nuestros valores fundamentales y nuestras raíces cristianas.