“Las creaciones cortesanas del gótico internacional transitan por múltiples opciones estéticas, en ocasiones opuestas. Se trata de un arte fecundo, exuberante, desmedido; un medio de expresión de la sofisticación cortesana, en el que a menudo lo real se torna fantástico; un escenario privilegiado para la exaltación heráldica y caballeresca y el naturalismo simbólico, pero también para las propuestas del nuevo realismo y las experiencias tridimensionales.”De «El arte de corte en el otoño de la Edad Media», de Joan Molina Figueras