Este libro, aúna la Palabra de Dios con la poesía, la oración con la literatura. Y los dos extremos interesan: la poesía porque expresa con belleza y profundidad sentimientos interiores que son, en sí mismos, inefables; la Palabra de Dios porque es el nutriente básico de la vida espiritual. La amalgama que mantiene unidos estos dos elementos es la oración. Creo de interés para cualquier creyente utilizar estas páginas como libro de oración de aplicación inmediata, si así se quiere; pero más interesante puede ser utilizarlo para aprender la manera de hacer lo mismo: convertir la Palabra en oración, pasándola por el doble tamiz de la mente (para entenderla) y del corazón (para amarla y expresarla). Ximo define su método como «lectura orante», y me parece muy correcto. El lector puede aprovechar la lectura hecha por Ximo, pero sobre todo podrá imitarlo y utilizar su método como manera de acercarse y confrontarse con la Palabra.