Antonio Soler es el compositor español del siglo XVII con la mayor proyección internacional. Su fama se debe a las célebres sonatas para clavicémbalo y su música de cámara. Sin embargo, Soler también produjo una extensa obra de música vocal gracias a los más de treinta años que pasó en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde fue organista y maestro de capilla. Este álbum reúne un grupo cuidadosamente seleccionado de composiciones en latín escritas para dos coros y conjunto instrumental, algunas de las cuales nunca han sido grabadas. Basados en los procedimientos técnicos que intervienen en la escritura policoral, estos trabajos se componen de imponentes secciones corales -tanto de texturas homófonas como contrapuntísticas- y secciones para solistas con un carácter cantable o virtuoso más cercano a un estilo teatral, todo lo cual muestra su maestría en un admirable espectro estilístico. Esta iniciativa pionera revela la imaginación abundante, la habilidad de la escritura vocal y la amplia gama de recursos expresivos empleados por el gran músico catalán.