«Viens, suis-moi» (Ven, sígueme) no es una catequesis al uso.
Aunque incluye la preparación a los sacramentos de iniciación cristiana, no se limita a ello. Es mucho más. Es un camino para la
catequesis. Un camino de vida cristiana, que se adapta pedagógicamente a la edad del niño en cada momento y, dentro del cual, naturalmente, se incorpora la recepción de los sacramentos.
Así, para conducir al niño a la comunión, a la intimidad con Cristo (Catechesi Tradendae, 5), ofrece una catequesis de inspiración
catecumenal, kerigmática y mistagógica, como pide el reciente Directorio para la Catequesis (2020).
En este segundo nivel, se continúa la catequesis de iniciación cristiana acompañando el despertar de la dimensión relacional del
niño, y se ayuda a formar la voluntad nutriéndola con la virtud de la caridad. Puesto que a esta edad el niño se vuelve consciente de su deseo de comunión, todo el curso tiene como telón de fondo el anuncio de la Eucaristía, que realiza la unión con Dios y con los demás. Por eso, esta orientación ayuda a preparar la recepción del sacramento de la Eucaristía en la Primera Comunión.