En el ámbito de la escuela cristiana, los educadores salen al encuentro de los chicos y chicas, como hizo Jesús, y les ofrecen los pasos que necesitan para crecer en identidad y sentido personal. Pioneros de un mundo inédito quiere ser una descripción de las orillas que es preciso dejar atrás para pasar juntos, maestros y alumnos, a esas otras orillas que nos aportan más humanidad y unos modos de relación más fraternos y humanizadores.
Elena Andrés subraya el #principio misericordia# como la clave de bóveda de toda la construcción posterior. Las propuestas prácticas para trabajar con los alumnos, agrupadas por edades y etapas educativas (de 3 a 9 años, de 10 a 15 años y Bachillerato) están pensadas, de manera especial, para educadores y colegios que ya lleven un tiempo implementando algún programa de educación de la interioridad, entendida esta como un paradigma pedagógico con una mirada humanizadora, esperanzada y misericordiosa. Ojos que miran a la persona y a la realidad con ternura, con una mirada contemplativa y con espíritu de finura.