El Hermano John, de Taizé, trata a través de este libro de invitarnos a una vida auténticamente cristiana. Esa autenticidad procede de una apertura constante y permanente para dejarnos transformar mediante la acción del Espíritu de Cristo resucitado. No se trata de un hecho puntual en nuestras vidas, sino de algo en movimiento y crecimiento continuo, que nos va invitando a salir de nosotros mismos, de nuestro yo, para encontrarnos con Cristo resucitado, y en ese diálogo descubrir la voluntad de Dios para cada uno de nosotros. Nuestra vida se desarrolla en el mundo, y es a ese mundo al que somos enviados como testigos del amor de Dios.