Nicolás de Tolentino, nació en SantAngelo in Pontano (Macerata, Italia) en 1245. Le tocó vivir en el momento y lugar en que surge la Orden de San Agustín, aglutinando varias colonias de ermitaños dispersos por el centro de Italia. Por eso ha pasado a la historia como la personificación del ideal que esa Orden perseguía. En 1275 es destinado a Tolentino, pequeña y dinámica ciudad de Las Marcas, y allí reside los últimos treinta años de su vida dedicado a la oración y al apostolado. Tras su muerte, en 1305, se convierte en uno de los santos más populares, sobre todo como patrono de las almas del purgatorio. Desde el siglo XVII, este humilde fraile está inmortalizado en una de las estatuas que coronan la columnata de Bernini, sobre la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.Fiesta: 10 de septiembre