Domingo Báñez (1528-1604) es considerado como uno de los máximos representantes de la Escuela de Salamanca, y uno de los comentadores más profundos de Santo Tomás de Aquino. Su figura intelectual se asocia a las fuertes controversias sobre la gracia que tuvieron lugar a finales del siglo XVI y que dividieron a teólogos católicos en molinistas y bañecianos; es conocido también por su apoyo a la reforma carmelitana de Santa Teresa de Jesús. Sin embargo, su aportación genuinamente filosófica parece todavía olvidada. Con este volumen se continúa la traducción del Tratado sobre el hombre del Comentario a la Suma Teológica de Tomás de Aquino en 1588. Este cuarto volumen incluye la traducción de las cuestiones 84 a 89: cómo conoce el alma las cosas materiales (qq. 84-86); cómo el alma humana se conoce a sí misma (q. 87); cómo conoce a las cosas superiores (q. 88); y el modo de conocer el alma separada del cuerpo (q. 89).