Cuando queremos estar en forma, procuramos comer sano y hacer algo de ejercicio. Y, aunque al principio nos resulte difícil, la practica y el tiempo nos hacen mejorar. Rezar es también una actividad que se debe entrenar. Este libro nos ofrece 30 ejercicios espirituales, uno para cada día del mes.
Con perseverancia y humildad, pidiendo diariamente ayuda al Señor, aprenderemos a profundizar en nuestra vida de oración utilizando la Palabra de Dios. Y como la oración ha de tener naturaleza dialogante, no solo hablaremos con Él, también podremos escucharle de una forma nueva. Dios nos habla en nuestra conciencia y en todos los acontecimientos de la vida. También en su Palabra, especialmente en los evangelios, que nos enseñan a conocer a Jesús de Nazaret, nuestro modelo de oración.